ESCAPARATE sobre ECONOMÍA, EMPRESA Y SOCIEDAD
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INMUNIDAD = IMPUNIDAD
Jesús
Lizcano
Catedrático
de la Universidad Autónoma de Madrid
La
vida en ocasiones nos presenta algunas ecuaciones no sé si curiosas, drásticas,
reveladoras, agitadoras de conciencias o simplemente activadoras de reflexiones
algo más profundas de lo habitual. En este último sentido, la ecuación que
titula este artículo me ha brindado la oportunidad, con una clara complicidad
de la magia del lenguaje, y sirviendo de catalizador el asunto Pinochet, para
prolongar o hacer más consistentes algunas ráfagas de ideas o reflexiones que
creo que como un normal ciudadano de a pie me habrán asaltado de una forma que
se me antoja similar a la de otros muchos ciudadanos de este planeta, que cada
vez es más global, y por tanto más pequeño, más cercano y accesible, y
pudiera ser en un futuro no muy lejano más justo y transparente.
En
todo caso, y si el lector de estas líneas pudiera estar pensando en encontrar
en las mismas una opinión más sobre el tan traído y llevado asunto del pretérito
dictador chileno, creo que va a quedar defraudado. No es mi deseo precisamente
incidir de forma oportunista en un caso específico, ya pasado, y que cuando se
publiquen estas líneas puede que esté ya resuelto judicialmente. [Este artículo
fue escrito antes de conocerse la resolución de los lores británicos el pasado
miércoles.] Las simples y modestas reflexiones que aquí se recogen van
planteadas mayormente en una clave de futuro, de neutralidad -si ello es
posible- ideológica, y con una orientación de evitar en lo posible injusticias
y desigualdades entre unos y otros ciudadanos. Y tal vez las mismas se pudieran
resumir de forma escueta en las dos siguientes preguntas:
Primera pregunta: ¿No sería conveniente hacer desaparecer, y por tanto dejar a cero el primer término de la citada igualdad? A lo mejor, si desapareciese para siempre la expresión "inmunidad", y la realidad que la sustenta en todas sus variantes, como: "inmunidad diplomática", "inmunidad política", "inmunidad parlamentaria", etc., los ciudadanos serían todos más iguales ante la justicia y, por tanto, algo más libres, aparte de que podrían creer más en dicha justicia.
Se
trataría, en definitiva, de que haciendo cero el primer término para conservar
la citada "igualdad" aritmética (léase "igualdad"
judicial), podríamos hacer cero el segundo término, con lo cual podría no
haber lugar en un futuro, en el álgebra social de la justicia, para el segundo
término de la ecuación, esto es, la impunidad.
Segunda pregunta: ¿No sería posible que en un futuro no muy lejano, en una sociedad y un planeta tan globalizado en lo tecnológico, en lo económico, en lo informativo, etc., se llegase igualmente a una globalización judicial? Podría haber así unos órganos que a nivel internacional velasen, por ejemplo, por el equilibrio en el orden mundial en lo relativo a ecuaciones como la mencionada, asegurando así la existencia de un juego de suma cero en la justicia, de forma que con un orden supranacional de competencias judiciales se pudiesen sancionar las posibles tentaciones o aventuras que tratasen de apropiarse de esos términos de inmunidad e impunidad, los cuales pensamos deberían ser enterrados indefinidamente en su valor cero.
Creo que las dos preguntas anteriores son realmente dos preguntas para nota, y no de un examen de matemáticas precisamente. Se trataría más bien de un interesante ejercicio multidisciplinar, con una necesaria solución en clave de equidad.