ESCAPARATE sobre ECONOMÍA, EMPRESA Y SOCIEDAD
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LA NANOTECNOLOGÍA Y LA TERCERA EDAD
Jesús Lizcano Alvarez
Director de la revista Encuentros Multidisciplinares
Catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad Autónoma de Madrid
No resulta aventurado pensar que la nanociencia y la nanotecnología van
a protagonizar una muy importante revolución científica, económica y social
en este siglo XXI, dados los trascendentales efectos que a todos dos los niveles
van a originar los avances en esta disciplinas. Recordemos que lo nano
significa lo casi infinitamente pequeño.
El poder llegar a conocer, manipular y controlar la materia a esta escala
va a tener innumerables repercusiones en la mayoría de las áreas científicas,
económicas y sociales, de forma que va a originar un verdadero cambio de
escala en el devenir de la sociedad y del propio ser humano. La nanociencia
constituye realmente un verdadero crisol multidisciplinar, que aglutina
en su desarrollo a muy diversas disciplinas: física, química, medicina, biología,
informática, etc. En los últimos años se ha venido desarrollando
sustantivamente esta ciencia, base teórica y metodológica fundamental que
permite el desarrollo de la nanotecnología, la cual, aunque se encuentra
en estos momentos en sus inicios, va a ir desarrollándose espectacularmente en
estos próximos años, merced a los actuales avances de la nanociencia.
Algunos datos que revelan la importancia de los recursos financieros que
se está otorgando a estas disciplinas son los siguientes: En el año 2002 la
cantidad destinada por organismos públicos y privados a la nanotecnología
alcanza los 2.200 millones de euros; por otra parte, sólo en Europa y con
fondos públicos, la Comisión Europea va a dedicar en el VI Programa Marco
durante el próximo cuatrienio 2003-2006 un total de 700 millones de euros a
esta investigación nanotecnológica.
Pues
bien, uno de los desafíos más importantes que se presentan en este
nanocontexto es encontrar un nexo entre los avances científicos y
los problemas sociales.
Precisamente
dentro del ámbito social vamos aquí a hacer una especial referencia a
las repercusiones que estos avances científicos y tecnológicos pueden tener
sobre un segmento o proporción tan importante de las personas como es el de
aquellas que pertenecen a la Tercera
edad.
Bien
es cierto que no es nuestra intención pecar de ingenuos a la hora de reseñar
aquí una serie de fantasías que se puedan vislumbrar como solución de los
problemas inherentes al envejecimiento; sin embargo, habremos de movernos en
clave de futuro, y de posibles previsiones, unas más cercanas y
posibles, y otras más lejanas, y por lo tanto más inciertas. Lo que sí parece
claro es que en general la nanotecnología va a poder mejorar la calidad de vida
del ser humano en su conjunto; ello conllevará que especialmente aquella parte
de la población con más problemas, como es la tercera edad, pueda verse más
beneficiada por los avances nanotecnológicos.
Una
primera previsión, realmente lejana y quizá en buena medida especulativa que
se vislumbra en este contexto, radica en la posibilidad de que mediante una
recolocación inversa de los átomos se pudiera llegar a un cierto tipo de inversión
en el proceso de envejecimiento, lo que podría conllevar algún día un cierto
proceso de rejuvenecimiento; hemos de reconocer en todo caso que esto no deja de
suponer por el momento una cierta especulación en clave de fantasía, pero que
ha aparecido en algunos ámbitos y foros científicos como un objetivo que podría
resultar posible de alcanzar en algún momento.
En
clave algo más posibilista, cabe reseñar que una parte importante de los
avances que más pueden beneficiar a las personas de la tercera edad son los
relativos al ámbito de la Medicina. En este sentido hay ciertas previsiones,
por una parte, de la futura eliminación de la cirugía en las intervenciones médicas;
por otra parte, hay firmes perspectivas de que se puedan llegar a utilizar nanosensores,
que podrían ofrecer un diagnóstico integral a partir de una gota de sangre, y
ello mediante el análisis y la identificación de cambios moleculares; ello
vendría a facilitar, en gran medida, por ejemplo, que los análisis de todas
las personas, y en especial de la tercera edad, se pudieran hacer de forma muy
barata y rápida en su propio domicilio.
Algunos
inconvenientes que caracterizan a los enfermos mayores radican, por otra
parte, en la necesidad de recibir tratamientos complejos, como por ejemplo la
quimioterapia por parte de los enfermos de cáncer; gracias a la nanotecnología
se presume que podrán llegar a utilizarse jugos de frutas nutridos con
compuestos que estarían dirigidos a un control específico de las células
malignas o cancerosas, y que con la simple ingestión de estos jugos, podrían
llegar a tratarse con eficacia.
En
este ámbito sanitario se presumen asimismo desarrollos importantes de cara al
reconocimiento, por ejemplo, de células cancerígenas mediante el desarrollo de
moléculas en forma de caja que puedan almacenar los principios activos y
permitan así reconocer dichas moléculas de cara a ser consiguientemente
tratadas. En el terreno de la modulación y encapsularción de fármacos se
preveen importantes avances, ya que incluso se están comenzando actualmente a
comercializar liposomas de 100 nanómetros de diámetro para optimizar la
encapsulación de determinados fármacos, lo que conllevará cambios
significativos en este ámbito del tratamiento médico.
En
relación con la administración de fármacos, se están desarrollando
importantes avances para poder mejorar la bioaccesibilidad de determinados
productos farmacéuticos, al ser sus partículas reducidas a escala nanométrica,
por lo que el mínimo tamaño de las mismas podrá facilitar que puedan pasar
por los vasos capilares y ser administradas por vía intravenosa sin mayores
riesgos, lo que vendrá a resolver el problema de que más de la mitad de los fármacos
terapéuticamente útiles son hidrófobos, lo que como es sabido viene a
complicar su administración a través de medios acuosos.
Además
de estas perspectivas en el terreno sanitario, los mayores de la tercera edad
podrán beneficiarse en todo caso de la mayor parte de los avances nanotecnológicos,
de implicaciones comunes a todas las personas. Cabe así señalar, a modo de
ejemplo, que en el terreno de la ropa o vestimenta se vienen comenzando a
desarrollar tejidos elaborados con partículas nanométricas que no se arrugan,
y que repelen las manchas, así como también los líquidos; incluso se están
diseñando tejidos inteligentes que puedan funcionar como cables
conductores y reaccionar a señales de electricidad, presión o calor, de forma
que el portador podrá aumentar o disminuir la temperatura a su voluntad, lo
cual podrá generar un mecanismo semiautomático de confort a nivel corporal que
puede beneficiar a las personas mayores o más incapacitadas.
Otros
muchos cambios en distintas áreas, disciplinas o proyecciones de la vida diaria
están llamadas a ser protagonistas en estos próximos años como consecuencia
de los avances de la nanociencia y la nanotecnología; un ejemplo es la posible
reducción de forma importante del coste y de la accesibilidad de la energía,
ámbito en el que debemos recordar que usamos aproximadamente una diezmilésima
parte de la energía solar que llega a la Tierra, y en el que los avances a
nivel nanotecnológico permitirán utilizar colectores solares (en
órbita alrededor de la Tierra) que podrían reemplazar a los combustibles fósiles,
masivamente utilizados hasta el momento.
Otros
espectaculares avances se esperan por ejemplo, en el terreno de la informática,
en el que se camina hacia una miniaturización de los componentes a escala atómica
(con la posible utilización de átomos de hidrógenos para los unos, y
átomos de flúor para los cero) por lo que la forma y el nivel de
información y de conocimiento al que podremos acceder, por una parte, y la
automatización de todo lo que nos rodea, por otra, podrán otorgarnos un
aumento en la calidad de vida y el consiguiente bienestar económico y social.
Para
concluir, no nos queda sino esperar que al menos una parte de las previsiones
que hemos apuntado en las líneas anteriores puedan llegar realmente a
cumplirse, con el consiguiente beneficio para todos en general, y especialmente
para nuestros mayores.