Revista
iberoamericana de
contabilidad de gestión
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CARACTERÍSTICAS
DE LAS
EMPRESAS QUE
UTILIZAN UN
SISTEMA ABC/ABM
EN ESPAÑA:
UNA PROYECCIÓN
EMPÍRICA
Profesora
Titular de la Universidad de Alcalá
Catedrático
de la Universidad Autónoma de Madrid
Resumen El
Sistema de Costes y de Gestión basado en las actividades (ABC/ABM) viene
implantándose y desarrollándose de forma creciente en estos últimos años
en las empresas españolas. En este trabajo se lleva a cabo un análisis
de las características de aquellas empresas que lo vienen implantando, en
base a la información obtenida en un estudio empírico, basado en un
Cuestionario ampliamente difundido entre empresas españolas.
En el artículo se lleva a cabo, en primer lugar, una descripción de las características genéricas que muestran las empresas que han implantado el sistema ABC/ABM, para pasar después a analizar los objetivos que persiguen las mismas al haber optado por la implantación de este sistema. También se analizan las propias características del sistema ABC/ABM implantado, así como los aspectos más significativos de la puesta en marcha y las consecuencias del citado sistema para las empresas que lo han implantado.
palabras
clave: Costes. Actividades. España. Modelos de Costes. Sistema
ABC/ABM. Estudio Empírico. Empresas. Implantación de sistemas de costes. |
1.
INTRODUCCIÓN
En
los últimos años se viene observando en las empresas españolas un creciente
grado de implantación del Sistema de Costes y de Gestión basado en las
actividades (ABC/ABM). En este trabajo se lleva a cabo un análisis de las
características de aquellas empresas que lo vienen implantando; este análisis
se basa fundamentalmente en los datos de un amplio estudio realizado a nivel
nacional sobre el nivel de implantación y de conocimiento del Sistema ABC/ABM
por parte de las empresas españolas, y en su caso, de las características y
los efectos que en la práctica se derivan de su utilización.
La información fundamental que vamos a utilizar en este trabajo la
constituye así el conjunto de datos obtenidos de un amplio Cuestionario
difundido entre empresas españolas y profesionales; un cuestionario similar a
éste se ha difundido igualmente a través de diversos organismos profesionales,
universidades y empresas en varios países como: Alemania, Canadá, Francia,
Gran Bretaña, Italia y Japón. En España se ha difundido por varias vías,
fundamentalmente a través de la Asociación Española de Contabilidad y
Administración de Empresas (AECA), que en los primeros meses del año 2002
remitió el cuestionario a todos sus miembros (aproximadamente cinco mil). También
este cuestionario ha sido difundido y entregado en muy diversos eventos
relacionados con el sistema ABC/ABM en los que los autores de este trabajo han
participado; se ha difundido así entre los participantes en Seminarios
empresariales, en conferencias, simposiums, coloquios, así como entre
asistentes a reuniones, cursos de Doctorado, etc. todo ello durante el año
2002.
En
cuanto a los contenidos, cabe señalar que más que un cuestionario, son
realmente dos los cuestionarios difundidos: Uno de ellos (Opción 1) iba
fundamentalmente dirigido a aquellas empresas que hubieran implantado un sistema
ABC/ABM; el otro cuestionario (Opción 2) era para que lo rellenaran aquellas
empresas que no hubieran implantado un Sistema de costes ABC/ABM. Una parte
inicial y general del cuestionario era común a los dos modelos, mientras que el
resto de las preguntas y cuestiones eran lógicamente diferentes para un caso y
para otro.
Los
cuestionarios cumplimentados (de forma anónima) y recibidos alcanzaron la cifra
de 43 para las empresas de la Opción 1 (empresas que han implantado un Sistema
ABC/ABM), y 186 cuestionarios de la Opción 2 (empresas que no han implantado un
Sistema de costes ABC/ABM).
En
el presente artículo, y dada la limitación lógica de espacio, nos vamos a
centrar en analizar, resumir e interpretar los resultados de sólo una parte de
este amplio estudio, y más concretamente de las empresas que implantaron un
sistema ABC/ABM (Opción 1), y dentro de esto, se va a proyectar sobre aquellos
aspectos relacionados con las características de las empresas que en España
han implantado un sistema ABC/ABM, en base a la muestra anteriormente señalada.
Cabe aclarar, en cualquier caso, que la mayor parte de estos cuestionarios han
sido cumplimentados por empresas de carácter industrial, aunque también una
proporción significativa son empresas de servicios, así como mixtas; además,
en la mayoría de los casos son las propias empresas que lo han implantado
quienes han rellenado el cuestionario, si bien en algunos casos lo han
cumplimentado los profesionales que han implantado el sistema ABC/ABM en la
correspondiente empresa.
En
los siguientes apartados se lleva a cabo, por tanto, en primer lugar, una
descripción de las características genéricas que muestran las empresas que
han implantado el sistema ABC/ABM, para pasar después a analizar algunos datos
relevantes aportados por estas empresas, haciéndose referencia a los objetivos
que persiguen las mismas al haber optado por la implantación de este sistema.
También se analizan las propias características del sistema ABC/ABM
implantado, así como los aspectos más significativos de la puesta en marcha y
las consecuencias del citado sistema para las empresas que lo han implantado.
2.
ANÁLISIS DE LAS CARACTERÍSTICAS
GENÉRICAS DE LAS EMPRESAS QUE HAN IMPLANTADO UN SISTEMA ABC.
Uno
de los objetivos iniciales del estudio y de la encuesta antes mencionados era
obtener información acerca de cuestiones genéricas relacionadas tanto con las
características del proceso productivo de las empresas que han implantado el
sistema ABC/ABM, así como del sistema de costes que empleaban anteriormente. A
este respecto, en relación con las características de los sistemas de producción
que, en este caso, vienen referidas a los productos principales que fabrica y
comercializa la empresa, o a la prestación de servicios, cabría hacer mención
a cuatro aspectos diferenciados:
a)
Por un lado, respecto al volumen de producto o de prestación de servicios
destaca que las empresas que han decidido aplicar un sistema ABC mantienen unos
grandes volúmenes de producción puesto que, en las empresas analizadas, esta
alternativa representa el 46,15% ascendiendo a un 31,90% aproximadamente las
empresas que operan con volúmenes de producción medianos. (Véase a tal efecto
el Gráfico 1).
b)
En cuanto a la variedad de productos o de prestación de servicios destaca que
las empresas que han implantado un sistema ABC se caracterizan porque un 78,49%
muestran una variedad mediana de productos y servicios, mientras que aquellas
empresas que presentan una gran variedad de productos o servicios, son muy poco
significativas (7,17%); por su parte, el 14,34% de la muestra declara mantener
una reducida variedad de productos y de servicios, cifras éstas que aparecen
recogidas en el Gráfico 1.
c) Respecto a la relación existente
entre los volúmenes de producción (productos y servicios) y de ventas destaca
que en la muestra analizada el 79,3% de las empresas, producen sus productos en
el momento del pedido; esta circunstancia puede deberse, entre otras cosas, a la
incidencia de las empresas de servicios las cuales no suelen “acumular”
outputs. El 15,89% de las empresas manifestó que fabricaban sus productos para
su almacenamiento y posterior venta, y el 4,76% de las empresas producen sus
componentes con anterioridad al pedido y los ensamblan en el momento del pedido.
(Véase el Gráfico 2).
d)
Por último, en lo que atañe a los métodos de producción se observa que las
empresas que operan bajo pedido representan el 48,4% de la muestra, mientras que
las que emplean un sistema de producción continua representa el 30,3%; por su
parte, aquellas empresas que emplean un proceso de producción por lotes u órdenes
de fabricación, representan el 21,3% de la muestra analizada; estas cifras
aparecen representadas en el Gráfico 2.
En
relación con el sistema de cálculo de costes que aplicaban las empresas, se
planteó esta cuestión bajo una doble vertiente, por un lado, se especificaron
una serie de objetivos, concretamente se establecieron cuatro alternativas a las
que se añadió una quinta opción, que se tituló “Otros”, por si ninguna
de las mencionadas reflejara adecuadamente el objetivo pretendido por la
empresa; estos objetivos establecidos eran: Preparación de estados financieros,
Gestión de costes, Gestión de márgenes y Adopción de decisiones. Al mismo
tiempo se planteaban diferentes alternativas de cálculo de costes que se
reflejaron en siete opciones que eran: Sistemas de costes reales o históricos,
Sistema de costes estándares, Sistemas de costes por pedidos, Sistema de costes
por procesos, Sistema de costes completo y Sistema de coste variable, a los que
se incorporó una alternativa adicional titulada “Otros” para que indicaran
el sistema que empleaban caso de que no apareciera suficientemente detallado en
ninguno de los que se había mencionado.
En
virtud de las respuestas aportadas por las empresas cabe destacar que, respecto
a los objetivos pretendidos por el sistema de costes, prevalece la Gestión de
los costes con un 36% de respuestas. El siguiente objetivo que persigue el
sistema de información de las empresas que han implantado un sistema ABC es
apoyar el proceso de Adopción de
decisiones, con un 29% de las respuestas. En la tercera posición se situaría
la Preparación de estados financieros con un 25% y en último lugar se situaría
como objetivo la Gestión de los márgenes con un 11%, cuyos datos aparecen
representados en el Gráfico 3 donde se observa claramente la validez del
principio de “distintos sistemas de costes para diferentes objetivos”. Los
porcentajes que aparecen representados están calculados sobre cada uno de los
cuatro objetivos mencionados con anterioridad; así, cabría interpretar que
cuando la empresa pretende gestionar los costes, emplea en un 30% el Sistema de
costes reales, en un 5% el Sistema de coste estándar, en un 15% el Sistema de
costes por pedidos, en un 10% el Sistema de costes por procesos, y en un 20% el
Sistema de costes completo y el Sistema de coste variable.
En
resumen, y a tenor de las respuestas aportadas a este respecto conviene destacar
los siguientes aspectos:
a)
El Sistema de costes variable es el más empleado por las empresas, puesto que
lo utilizan en el 31,77% de los casos, y su principal objetivo está destinado a
facilitar una Gestión de los márgenes, alternativa ésta que recoge el 51,94%
de las empresas que han optado por este sistema; le siguen en importancia la
Preparación de los estados financieros, con un 22,48%; en tercer lugar se
situaría la Gestión de los costes con un 15,74 y en último lugar la Adopción
de decisiones con un 9,84%.
b)
El siguiente sistema más empleado por las empresas analizadas es el Sistema de
costes real con un 24,39% de los casos, en los que destacaría fundamentalmente
su utilización de una manera muy similar, al menos desde el punto de vista
porcentual, en los tres siguientes objetivos: Gestión de costes (con una
utilización del 30,75%), Preparación de estados financieros con un 29,28% y
Adopción de decisiones con un 25,62%; la Gestión de los márgenes representa
el 14,35% de los casos de utilización del Sistema de costes reales.
c)
El tercer sistema más empleado es el Sistema de costes por pedido con un 17,95%
de las respuestas; concretamente, este sistema centra su atención, de manera
mayoritaria, en la Adopción de decisiones, así, este objetivo aglutina el
31,34% de las respuestas enmarcadas en esta metodología de cálculo de costes;
le siguen en importancia la Gestión de los márgenes con un 27,86%, en tercer
lugar se situaría la Gestión de los costes con un 20,90% y la Preparación de
estados financieros con un 19,90%.
d)
El siguiente sistema más empleado es el Sistema de costes completo con un
15,45% de las empresas analizadas el cual centra fundamentalmente su atención
en el apoyo de la Adopción de decisiones, como así lo manifiesta el 44,51% de
las empresas que utilizan este sistema, siguiéndole en importancia la Gestión
de los costes con un 32,37% y la Preparación de estados financieros con un
23,12%; conviene destacar, en este caso, que la Gestión de los márgenes, en
relación con las empresas encuestadas, no suele ser utilizado.
e)
En quinto lugar, en relación con los sistemas de costes más utilizados,
aparece el Sistema de costes por procesos con un 9,20% de las empresas
analizadas; fundamentalmente, este sistema es utilizado para respaldar la
Preparación de los estados financieros con un 38,83% de las respuestas, le
siguen en importancia la Adopción de decisiones con un 33,98% y en tercer lugar
se situaría la Gestión de los costes con un 27,18%; conviene en este caso
asimismo destacar que la Gestión de los márgenes no suele llevarse a cabo
mediante la aplicación del Sistema de costes por procesos.
f)
El sistema de costes estándares se sitúa en el último lugar, respecto a la
metodología del cálculo de costes utilizada por las empresas, concretamente, sólo
representa el 1,25%; en este caso, las respuestas se agrupan en torno al
objetivo de Gestión de costes, que es un aspecto muy destacable, puesto que los
estándares no se utilizan ni para Preparar estados financieros ni para la Gestión
de márgenes, como tampoco para la Adopción de decisiones.
En
relación con la estructura de costes que muestran, en valores promedios, las
empresas analizadas en el presente estudio, segmentando la información por el
tipo de actividad, se ha llegado a establecer las siguientes proporciones:
|
Empresas
de servicios / Mixtas |
Empresas
industriales |
19,75% |
35,23% |
|
Mano de obra directa |
40,12% |
27,87% |
Costes indirectos |
32,43% |
36,90% |
Otros costes |
0,47% |
0% |
Llegados
a este punto, quisiéramos establecer una estandarización de las empresas que
han implantado un sistema ABC, a tenor de los tres aspectos básicos analizados,
esto es, características del sistema de producción, características del
sistema de cálculo de costes y estructura del coste del producto; podríamos
establecer que se trata de empresas que muestran unos elevados volúmenes de
producción, con una variedad de productos ciertamente elevada, tendiendo a
valores medianos, que operan bajo pedido y que además procesan sus productos, o
prestan los servicios, en el momento en que éstos se han vendido. Su sistema de
cálculo de costes está orientado, fundamentalmente, a la Gestión de los
costes y la Adopción de decisiones, empleando para ello un Sistema de costes
real combinado con una metodología de cálculo de coste basada en el sistema de
costes completo. En cuanto a la estructura de costes se trata de empresas que
muestran de forma mayoritaria, en el caso de las empresas industriales, un peso
sustantivo de los costes indirectos, concretamente en este caso se cifran en
cerca de un 37%, compartiendo su importancia relativa con los materiales; con
relación a las empresas de servicio, los costes indirectos representan en torno
a un 33% de la estructura general de costes con una importancia compartida con
los costes de mano de obra.
En
relación con los sistemas o herramientas informáticas que vienen utilizando en
la actualidad las empresas, a las que se les ha remitido la encuesta se observa
un peso sustancial de los denominados LAN/VAN (Lan-Local area networks,
Van-Visual area networks) con un 20% de las respuestas, le siguen en importancia
las Telecomunicaciones con clientes y proveedores por medio de ordenadores, y la
Recogida automatizada de información en el ámbito de la producción. Por
debajo del 10% se situarían técnicas tan interesantes como el
Aprovisionamiento y la gestión de compras asistidos por ordenador, la Ingeniería
asistida por ordenador, la Logística automatizada, la Producción integrada por
ordenador.
En
cuanto a la utilización que hacen las empresas de ordenadores, como sistema de
apoyo en el proceso de cálculo de costes, destaca que las empresas que han
aplicado un sistema ABC los utilizan en el 100% de los casos y, concretamente,
emplean como soporte informático de forma mayoritaria Bases de datos
relacionales, en el 50% de los casos, siguiéndole en importancia las Bases de
datos en red, con un 25% de los casos, y en último lugar se situarían las
Bases de datos jerarquizadas, así como las Bases de datos especialmente
adaptadas a las características de la empresa. También conviene destacar que
existe una proporción, si bien es minoritaria (2,5% de empresas), que no
emplean como sistema de información de apoyo, en el proceso de cálculo de
costes, Bases de datos.
Por
último, en lo que respecta a aspectos generales relacionados con los sistemas
de información, se les ha planteado la cuestión acerca de cuáles son los
sistemas de información con los que se complementan los datos contenidos en un
sistema de costes, y se observa que, en el conjunto de las empresas analizadas,
la información de costes se compatibiliza, de manera prioritaria, con el
Sistema de contabilidad general, concretamente en el 16,67% de los casos; en el
13,89% de los casos se comparte con el Sistema de gestión de tesorería; el
tercer lugar es compartido por tres sistemas de información complementarios
como son: el Sistema de gestión de la producción, el Sistema de gestión de
inmovilizados y el Sistema de gestión presupuestaria. Mucho menos significativa
es la vinculación que mantiene el Sistema de información de costes con otros
sistemas como pueden ser: el Sistema de control de stock, el Sistema de
aprovisionamiento, y el Sistema de gestión de la clientela, entre otros.
3.
Análisis de los datos relevantes aportados por las empresas que han
implantado el sistema ABC.
De
las empresas encuestadas que utilizan el sistema ABC y ABM, manifestaron que lo
utilizaban con una frecuencia regular en el 47% de los casos, mientras que un
53% lo hacía de manera menos regular u ocasional. En relación con el ámbito
de la empresa al que se aplicaba de manera regular este sistema de información,
de manera prioritaria, su alcance se aplica a toda la empresa o a sus
principales áreas funcionales; estas dos alternativas aglutinan el 56% de las
respuestas. Mientras que la utilización regular del sistema ABC/ABM en áreas
particulares, a un departamento concreto, o a un producto específico no está
extendido. En el caso de las empresas que emplean el ABC de forma menos regular,
mayoritariamente se aplica en el conjunto de la empresa en un 38% de los casos,
mientras que el 25% de las empresas manifestaron que lo utilizaban ya sea para
evaluar un área determinada de la empresa, o para analizar determinados
aspectos relacionados con un producto, o un servicio específico.
En cuanto a la posibilidad de
compartir la información generada por el sistema ABC con otros sistemas de
información que utilizan las empresas, destaca de forma muy significativa que
en el 17% de los casos la información contenida por el sistema ABC la comparten
con el Sistema de contabilidad general y con el Sistema de gestión de los
inmovilizados. Le siguen en importancia, con un 12,50%, la utilización
compartida del sistema ABC con el Sistema de gestión de tesorería y el Sistema
de gestión presupuestaria, y ya a más distancia se sitúan los Sistemas de
gestión de la producción y de Control de stocks. Cabe mencionar que existe una
cierta coherencia entre la relación que se acaba de establecer respecto a los
sistemas de información compartidos entre ABC y otros sistemas, y los que se
han mencionado con anterioridad con relación a los sistemas de costes de estas
empresas.
En lo que atañe a los aspectos
relacionados con el soporte técnico o informático utilizado por las empresas
con el fin de apoyar la implantación de un sistema ABC/ABM se podrían extraer
las siguientes conclusiones generales:
a) En relación con el tipo de
software que ha evaluado o analizado para la implantación del sistema ABC/ABM
en su empresa, destaca que en el 40% de los casos se han basado pura y
simplemente en una hoja de cálculo; en un 20% en un software ABC/ABM
comercializado en el mercado, y le siguen en importancia alternativas tales
como: aplicación de un software ABC desarrollado por una consultora, o un
software ABC desarrollado internamente. (Véase a tal efecto el Gráfico 4).
b) En cuanto al software que
utilizan en la actualidad y que sirve de apoyo al seguimiento del sistema de
información generado por un sistema ABC/ABM sigue siendo mayoritaria la opción
de la aplicación de una hoja de cálculo, concretamente prácticamente la mitad
de los casos, mientras que comparten en este caso importancia relativa,
concretamente con un 25% de los casos, un software ABC/ABM comercializado en el
mercado y un software ABC desarrollado por una consultora; el resto de las
opciones en principio no se ha empleado por las empresas analizadas en el
presente estudio. (Véase a tal efecto el Gráfico 4).
c) Respecto a los factores que
han influido, de manera esencial, en la elección de un determinado software
ABC/ABM destacaría por un lado que las empresas han dado prioridad a aquellos
sistemas que posibilitaran la implantación del ABC lo más rápidamente
posible; esta alternativa representa el 20% de las respuestas que se han
obtenido a tal efecto; idéntico porcentaje es el alcanzado por la alternativa:
Utilización de un software que permitiera garantizar el mantenimiento de vínculos
con otros sistemas de información. Estos dos aspectos mencionados son los que
han condicionado, en mayor medida, la elección de un software; le siguen en
importancia factores como: el análisis coste-beneficio del software que se
evaluara, la facilidad de su mantenimiento o incluso de su puesta al día, la
simplicidad en el manejo del sistema, etc. Por último, con un menor impacto, o
una menor incidencia, se situarían aspectos relacionados con cuestiones tales
como: capacidad de operar con un elevado volumen de datos complejos, la
posibilidad de compartir el sistema ABC y las informaciones obtenidas con otros
usuarios o departamentos y, por último, las recomendaciones que a tal efecto
hubieran podido establecer los consultores encargados de su implantación.
d) En relación con el nivel de satisfacción que mantienen las empresas
respecto al software elegido se observa que el 60% manifiestan estar
satisfechas, mientras que un 40% están insatisfechas; en este último caso,
argumentan a tal efecto como razones, las siguientes: su utilización es
compleja; no disponen de ciertas funciones que la empresa entiende que son
importantes; difícilmente se pueden integrar en el sistema de contabilidad
financiera; tienen unos elevados gastos de mantenimiento o de actualización;
asimismo, los gastos de utilización suelen ser elevados; tiene una capacidad
insuficiente para el tratamiento de los datos que requiere la empresa; o son
sistemas demasiado rígidos. Estos serían los aspectos que, en mayor medida,
han aducido las empresas con relación a su disconformidad respecto a la
utilización del correspondiente software.
Por
último, en cuanto a la posibilidad de que la empresa se encuentre evaluando la
posible implantación de un nuevo software, las empresas han manifestado en un
57% que no lo están haciendo, por lo tanto, no están evaluando la posibilidad
de modificar su sistema y en los casos en los que se contemplan esta alternativa
compartiendo una importancia relativa respecto a los datos que se nos han
aportado las empresas analizadas, destaca que están evaluando la posible
implantación de un software ABC/ABM comercializado en el mercado o un módulo
ABC de un software contable o un software ABC que se desarrolle internamente.
4. Objetivos de la utilización del ABC/ABM
En
relación con la información generada por el sistema ABC/ABM, en el
cuestionario se detallaron un total de 19 posibles objetivos o aplicaciones prácticas
que podrían obtener de la información aportada por el sistema, respecto a la
que se les instaba a que establecieran el grado de importancia, estableciendo
una escala de Likert entre 1 y 5, donde 1 = Muy importante y 5 = Nada
importante. En el Gráfico 5 aparecen representadas las valoraciones promedio
otorgadas a cada alternativa planteada. Al mismo tiempo, se les solicitaba que
indicasen, para cada opción apuntada, quienes eran los usuarios principales de
la información; a este respecto se predeterminaron cinco tipos de
destinatarios, a saber: Directivos; Mandos intermedios; Responsables de
Servicios; Controllers de gestión encargados de presupuestos; Controllers de
gestión encargados de costes; y se incorporó una respuesta adicional de
“Otros”, que no han empleado ninguna de las empresas encuestadas; en el Gráfico
6 aparecen representados los resultados obtenidos en relación con cada tipología
de información del sistema ABC/ABM y usuario.
En
relación con estos dos aspectos a los que se acaba de hacer mención, se pueden
destacar los siguientes aspectos:
a)
En el 60% de los casos las empresas manifestaron que la utilización de la
información del sistema ABC/ABM, destinada a la Elaboración de los estados
financieros se consideraba muy importante; concretamente, esta opción ha
alcanzado una puntuación media de 1,6 correspondiéndole, fundamentalmente, a
los Directivos de la empresa el manejo de esta información (30% de las
empresas), si bien se entiende que también estos datos pueden ser compartidos
con Mandos intermedios, Responsables de servicio, etc.
De
las empresas encuestadas, el 50% manifestaron que la información generada por
el sistema ABC servía para preparar los estados financieros, mientras que idéntico
porcentaje optaban por no utilizar la información contenida en este sistema. En
relación con las razones que motivan esta no aplicación del sistema ABC/ABM
con tales fines: en el 57% de los casos se argumentaba que el sistema había
sido diseñado con fines estrictamente internos y que, por lo tanto, su objetivo
escapaba del que le correspondería para la elaboración de los estados
financieros; en un 29%, aproximadamente, entendían que el sistema ABC que habían
diseñado no era válido para preparar los estados financieros, mientras que un
14% entendía que el sistema ABC no respectaba las normas fiscales que servían
de base para elaborar las cuentas anuales.
b)
En el 33% de los casos, se estimó que la Fijación de los precios de los
productos y de las prestaciones de los servicios era un aspecto sustancial al
utilizar el sistema de información basado en las actividades, obteniéndose en
este caso un valor promedio de 2,7; en el 56% de los casos las empresas
determinaron que les corresponde a los Directivos el manejo o utilización de
esta información de manera directa.
c)
En relación con las Decisiones de gestión, en el 50% de los casos se entendió
que le correspondía una importancia media; en este caso la puntuación promedio
alcanzada es de 2,3 y se observa, asimismo, que los Directivos son los que
manejan de manera prioritaria esta información.
En
relación con las decisiones que han tomado las empresas analizadas, con la
ayuda de la información generada por el sistema ABC/ABM, (véase a tal efecto
el Gráfico 7) destaca que el 21% de las empresas determinaron que esta
información la habían utilizado para adoptar decisiones relacionadas con la
combinación de ventas; le siguen en importancia relativa: el abandono o la
supresión de la fabricación de productos existentes, y el proceso conducente a
la aplicación de una reingeniería de procesos con el fin de lograr o alcanzar
una mayor eficiencia de los recursos utilizados. En tercer lugar se situarían,
con idéntico peso relativo, las decisiones relacionadas con: la subcontratación;
decisiones de aceptación de pedidos; y la reestructuración desde el punto de
vista organizativo. A este respecto conviene destacar que en ninguno de los
casos analizados por las empresas se ha utilizado como mecanismo de reducción o
de reestructuración de la política de personal de la empresa, siendo
destacable esta circunstancia aún cuando en ocasiones se alude a que esta
metodología ha conducido a una reducción de personal por parte de las empresas
que la han utilizado; por ello conviene destacar que no ha constituido, en
ninguno de los casos analizados, un objetivo inicialmente pretendido.
d)
En el caso de las Decisiones estratégicas, existe una cierta equiparación
entre dos alternativas, entre aquellos que entienden que la información
generada por el sistema ABC tiene una importancia promedio o aquellas empresas
que estiman que la información ABC no se utiliza para acometer decisiones de
carácter estratégico; concretamente, la importancia que el sistema de
información basado en las actividades tiene en este tipo de decisiones supone
un valor promedio de 2,5; en este caso, también se observa que los Directivos
son los que manejan fundamentalmente la información aportada por este sistema.
e)
En relación con la interrelación que pudiera establecerse entre el sistema de
costes ABC y el Coste objetivo (target costing) se observa que en el 60% de los
casos determinan que no es importante; concretamente la puntuación promedio se
sitúa en 3,4 y en este caso la información, en caso de ser utilizada, la
utilizan fundamentalmente los Controllers de gestión de costes, en un 33% de
los casos analizados.
f)
La utilización de la información aportada por el sistema ABC para la Gestión
de los costes estándares en el 33% de los casos se determinó que era
indiferente y, en este caso, la puntuación promedio que se otorga a esta
alternativa es de 3; por lo tanto, este resultado debe entenderse en el sentido
que, por el momento, las empresas no emplean este metodología para apoyar la
gestión de los costes estándares relacionados con los productos o con la
prestación de los servicios. Respecto a los destinatarios de esta información,
en este caso, se entiende que puede servir de apoyo en todo caso a los
Controllers de gestión de presupuestos y, en menor medida, a los Mandos
intermedios y Directivos.
g)
En relación con los Presupuestos, se observa que tiene una importancia
sustancial la información que genera el sistema ABC, puesto que en el 67% de
los casos se entendió que era muy importante; esta alternativa alcanza una
puntuación global promedio de 1,7, siendo destacable, asimismo, que los
principales usuarios de esta información son, fundamentalmente, los Directivos
y los Controllers de gestión de los presupuestos, si bien los Mandos
intermedios también suelen ser los destinatarios de esta información.
La
utilización de la información generada por el sistema ABC/ABM, como sistema de
planificación presupuestaria, centra su atención, fundamentalmente, en los
tres siguientes aspectos: la presupuestación de los costes directos de producción
o de contratación de prestaciones de servicios; los presupuestos de costes
indirectos de producción; y los presupuestos de ciertos gastos generales y de
administración; estas tres finalidades, básicamente, ostentan una importancia
relativa similar; le siguen en importancia los presupuestos relacionados con
determinados costes directos de producción, o con algunos conceptos de costes
indirectos de producción, e inclusive para presupuestar los gastos de venta,
gastos generales y de administración.
h)
En referencia al Análisis de la rentabilidad de los clientes, las empresas han
destacado que no era, inicialmente, uno de los objetivos de utilización de la
información aportada por el sistema ABC debido, fundamentalmente, a que han
centrado sus esfuerzos en el cálculo de costes de los productos o en la
prestación de los servicios, lo que de alguna forma viene a justificar que el
análisis de la rentabilidad, al menos en una etapa inicial, no constituya uno
de sus principales objetivos. El valor global promedio atribuido a esta
alternativa es de 2,7 siendo destacable, en este caso, que los principales
destinatarios de esta información son: los Directivos de la empresa, los Mandos
intermedios, los Controllers de gestión de presupuestos y los Controllers de
gestión de costes.
i)
En cuanto al Análisis del valor añadido, aspecto éste que es considerado
esencial en la gestión de las actividades, en el 40% de los casos se establece
que es indiferente, lo que en gran medida está respaldado por la idea que se ha
mencionado con anterioridad, en relación con los objetivos iniciales con los
que han afrontado las empresas la implantación de un sistema de estas características;
a esta opción le corresponde un valor promedio de 3,4. Los principales
destinatarios de esta información son, en primera instancia, los Mandos
intermedios con un 33% de los casos, y le siguen en importancia, respecto al
manejo de esta información, los Directivos y Responsables de servicios.
j)
En relación con el Análisis de la cadena de valor, en el 33% de los casos se
consigna que no es nada importante, lo que justifica que el valor promedio
otorgado sea de 3,3; en este caso, las empresas que aplican la información del
sistema ABC/ABM con esta finalidad manifiesta que ésta es utilizada tanto por
los Controllers de gestión de presupuestos, como por los Controllers de gestión
de costes.
k) El Análisis de los
inductores de costes es considerado, en el 33% de los casos, como una información
que las empresas entienden que no era fundamental para ellos, dado la etapa en
la que se encuentra la implantación del sistema ABC, porcentaje que es
compartido también con la alternativa de que se considera que no es importante
por lo que, la puntuación global promedio que obtiene esta opción es de 3,5.
En este caso, las empresas que generan esta información, fundamentalmente, es
utilizada por los Directivos de la empresa y por los Controllers de gestión de
presupuestos, fundamentalmente.
l)
En el 50% de los casos se entiende que el Análisis de los márgenes de
contribución es un aspecto indiferente, respecto a la aplicación del sistema
ABC, correspondiéndole a tal efecto un puntuación promedio, de esta aplicación
o utilización del sistema ABC, de 3,2; en este caso, los destinatarios de esta
información son, fundamentalmente, en el 31% de los casos los Controllers de
gestión de los presupuestos, siguiéndole en importancia, los Directivos.
m)
Donde existe una distribución ciertamente desigual, respecto a la importancia
que reviste el sistema ABC, es en relación con su aplicación al Análisis de
las desviaciones; concretamente, en el 33% de los casos se entiende que tiene
una importancia sustancial; otro porcentaje idéntico entiende que es
absolutamente indiferente y, en otra proporción, se entiende que tiene una
importancia relativa, por lo tanto, el valor promedio que se le otorga a esta
alternativa es de 2. Para las empresas que lo han utilizado, entienden que esta
información va destinada a los Controllers de gestión de presupuestos, en un
33% de los casos, y en el 22% a los Directivos y a los Controllers de gestión
de los costes.
n)
En cuanto a la vinculación del sistema ABC/ABM con el Análisis del
posicionamiento estratégico, destaca una indiferencia muy acusada en la mayoría
de las empresas puesto que, concretamente, en el 50% de los casos manifiestan
una indiferencia respecto a este tipo de análisis, utilizando la metodología
del sistema ABC; sin embargo en el 33% de los casos manifiestan que tiene una
importancia relativa; estas dos posiciones determinan que, en términos
globales, a esta posible aplicación de la información generada por el sistema
ABC le corresponda un valor promedio de 2,3. En este caso, la información va
destinada de forma prioritaria a los Directivos y en menor medida a los
Controllers de gestión de presupuestos y Mandos intermedios.
ñ)
En relación con la posibilidad de utilizar la información del sistema ABC/ABM
como sistema de apoyo en el Proceso de reducción de costes, en el 33% de los
casos se estableció que este sistema de información tenía una gran
importancia, y en un porcentaje idéntico se entendía que no era importante;
concretamente, en términos globales, esta opción alcanza una puntuación
relativa de 3,5. Para aquellas empresas que entendieran que podía ser
significativa esta interrelación, en el 31% de los casos dicha información va
destinada a los Directivos y, en menor medida, a los Mandos intermedios y a los
Controllers de gestión de costes.
o)
En cuanto a la Gestión de tesorería, en el 50% de los casos se entendía que
la utilización de la información generada por el sistema ABC se consideraba
especialmente importante, de hecho, en este caso, la puntuación global que le
corresponde en cuanto al nivel de importancia atribuido por las empresas
encuestadas es de 2. Los destinatarios de esta información serían,
fundamentalmente, los Mandos intermedios, siguiéndole en importancia los
Directivos y los Controllers de gestión de los presupuestos.
p)
La posibilidad de utilizar el sistema ABC/ABM para apoyar el proceso de Reducción
o de racionalización del número de departamentos en la empresa representa, en
un 33%, una alternativa muy importante, y en un idéntico porcentaje se
considera que es una decisión que no se ve afectada por este sistema de
información; por lo tanto, el valor promedio que le corresponde a esta opción
es de 2,3, siendo utilizada esta información, de forma prioritaria, por los
Controllers de gestión de presupuestos.
q)
La utilización de la información del sistema ABC/ABM para la gestión de los
tiempos, fundamentalmente, los relacionados con la expedición y entrega de los
pedidos a los clientes, en el 33% de los casos se entiende que no es importante,
concretamente, se le otorga un valor promedio a esta alternativa de un 3,2 y, en
los casos en los que se utilizara con la mencionada finalidad, la utilizan,
fundamentalmente, los Controllers de gestión de presupuestos y los Controllers
de gestión de costes.
r)
En cuanto a la posibilidad de utilizar la información generada por el sistema
ABC/ABM para Mejorar la eficiencia, en el 33% de los casos se entendió que tenía
una importancia relativa y en un porcentaje idéntico se entendió que no era
importante, es decir, les resultaba indiferente; en virtud de las puntuaciones
alcanzadas, se le otorga a esta alternativa una puntuación media de 2,5, siendo
los principales destinatarios de esta información los Directivos y los
Controllers de gestión de presupuestos.
En
definitiva, si tratáramos de plasmar de manera sintética, a tenor de los datos
aportados por las empresas, cuál ha sido el alcance que han otorgado el sistema
ABC, cabría destacar: la Elaboración de los estados financieros, como un
aspecto prioritario; la Elaboración de los presupuestos; el Análisis de las
desviaciones; la Gestión de la tesorería; y la Racionalización de los
sistemas o de las estructuras organizativas a través de una reducción del número
de departamentos. Asimismo, en cuanto a los principales usuarios o destinatarios
de esta información, se evidencia, a tenor de los respuestas, que los
Directivos tienen una prevalencia absoluta, son los que manejan en mayor medida
la información aportada por el sistema ABC, y le siguen en importancia los
Controllers de gestión de presupuestos y de gestión de costes
fundamentalmente.
5. Características del sistema ABC/ABM utilizado
En este apartado se va a hacer
referencia a la forma en que se ha diseñado el sistema ABC en las empresas
encuestadas; a este respecto, en el cuestionario se plantean cuestiones tales
como: el número de actividades que componen el sistema diseñado; si han
realizado o no reagrupación de actividades; cual es al tipología de costes que
engloban la estructura de costes de cada una de las actividades; si se reconocen
o no interdependencias entre ellas, etc.; en definitiva, lo que se pretende es
conocer el grado de complejidad con la que se ha diseñado un sistema de estas
características que permita o posibilite diferentes objetivos o cometidos desde
el punto de vista de la gestión.
En
relación con lo que podría denominarse punto de arranque o base sobre la que
se ha vertebrado el sistema ABC/ABM que han diseñado las empresas, cabe
mencionar que mayoritariamente (60% de las respuestas) han tratado de partir de
una segmentación que ya tenía establecida la empresa en centros de
responsabilidad, a partir de las cuales ha escindido las diferentes actividades
que han configurado la estructura básica del sistema; entendemos que esta
alternativa es la más empleada porque facilita la coexistencia de una
estructura de control, vertebrada en torno a centros de responsabilidad, con una
estructura de gestión basada en la identificación de procesos y actividades.
En segundo lugar, se situaría la opción mostrada por algunas empresas, pero ya
a gran distancia de la anterior, de que las actividades han sido identificadas o
definidas con independencia de los centros de responsabilidad, en los que se
vertebra la estructura organizativa de la empresa (25% de la respuestas), y en
tercer lugar, si bien muy próxima a la opción anterior (con un 15% de los
casos) han asimilado el concepto de actividad con el concepto de proceso.
Ninguna de las empresas ha mostrado que los centros de responsabilidad se
asimilen a la noción de actividad.
En
relación con las cuestiones relacionadas con la identificación de las
actividades, cabe mencionar que las empresas analizadas, que han implantado una
metodología de estas características, manifiestan en un 33% que han llegado a
identificar entre 11 y 15 actividades, y a cierta distancia se mantienen las
opciones que han llegado a identificar un número de actividades comprendidas
entre 21 y 25, en un 17% de los casos, entre 26 y 30 actividades en un 14%;
entre 36 y 40, en un 15% de las empresas, y más de 41 en un 10% de los casos;
esta circunstancia depende, de manera fundamental, del tamaño de las empresas,
y está condicionada por el hecho de que en algunas empresas las actividades
tengan una consideración más general, a nivel de macroactividades y puedan
subdividirse a su vez en tareas (o microactividades en algunos casos).
Las
actividades que se han llegado a identificar han sido objeto de un
reagrupamiento sobre todo en el caso de que más de una actividad compartiera
una misma unidad de actividad con el fin de facilitar o agilizar el proceso de
asignación de costes a los diferentes objetivos. Ello ha determinado que estas
empresas hayan procedido a efectuar lo que se denomina una agrupación de costes
que supone que en un 50% de los casos la reagrupación ha permitido manejar
entre 6 y 10 macroactividades, mientras que en un 33% se ha decidido no efectuar
ningún tipo de integración de los costes de las actividades entendiendo que,
en este caso, se perdía calidad desde el punto de vista del proceso de cálculo.
En tercer lugar, y con un 17%, se optó por definir centros de agrupamiento para
establecer entre 11 y 15 macroactividades.
Otro
de los aspectos que afectan directamente al proceso de asignación de los costes
de las actividades o proceso de identificación de las actividades son las
posibles interdependencias o reasignaciones que podría existir entre
actividades, a fin de tomarlas en consideración desde un punto de vista de la
imputación de los costes. En este sentido cabe destacar que en el 71% de los
casos las empresas manifestaron que los vínculos o las interdependencias
existentes entre las actividades son tomadas en consideración lo que ocasiona
la necesidad de efectuar un reparto o una reasignación de los costes entre las
actividades; mientras que en un 29% entendían que aún cuando existían vínculos
entre las actividades éstas no se tomaban en consideración al aplicar la
metodología en el sistema ABC/ABM. A este respecto, ninguna de las empresas
analizadas entendió que no existían vínculos o relaciones de interdependencia
entre las actividades.
Otras
de las cuestiones que se planteaban estaba relacionada o asociada con la idea de
las unidades de actividad o cost-drivers, que son aquellos factores que en gran
medida explican o justifican las variaciones de costes que experimentan las
actividades. En este caso se entendía, o al menos así se hizo constar
expresamente, que podría ser factible que una actividad utilizara como medida
de sus costes una única, o varias unidades de actividad; efectuamos esta
aclaración puesto que observamos que aún cuando la proporción o porcentaje de
actividades definidas por las empresas podría parecer relativamente baja sí se
observa una pormenorización bastante más exhaustiva de las unidades de
actividad puesto que en el 33% de los casos manifestaron que llegaron a
identificar entre 36 y 40 unidades de actividad; a partir de esta proporción le
siguen en importancia cifras comprendidas entre 1 y 5 unidades de actividad;
ello induce a pensar que el concepto de actividad que han manejado las empresas
no es una noción muy concreta o específica, pero en cambio se han
pormenorizado o segmentado los datos incluidos en cada una de ellas al
establecer las variables explicativas de los niveles de costes relacionados con
tales actividades.
En
cuanto a los factores que han influido en la elección de las unidades de
actividad, en un 36% de los casos manifestaron que o bien respondía a una
facilidad en la obtención de los datos, o que se había tomado en consideración
la importancia que revestía en este caso los vínculos de causalidad entre las
unidades de actividad y las propias actividades. En definitiva, entendemos que
lo que suelen pretender las empresas es conjugar las dos opciones, esto es, un
sistema de información que permita inscribir o determinar, dentro de su lógica,
variables que en principio puede entender que son explicativas de la estructura
de costes, combinado con una información cuya obtención resulte factible desde
el punto de vista interno de la empresa. En segundo lugar de importancia, se
situarían opciones tales como que las unidades de actividad fueran de fácil
comprensión, lo que se tomó en consideración al 21,43% de los casos, y un 7%,
aproximadamente, trató de relacionar la identificación de estas unidades de
actividad con los objetivos y la estrategia marcada por la propia organización.
Siguiendo
con las características identificadoras de las actividades establecidas por las
empresas, cabe destacar que un 40% de las empresas, manifiestan que no han
tomado en consideración, en la implantación del sistema ABC/ABM la noción de
inductores de recursos, que son los vínculos que pueden establecerse entre los
recursos consumidos y las actividades llevadas a cabo. Por su parte, un 60% sí
lo han hecho y concretamente, han llegado a establecer entre 1 a 5 inductores de
recursos. Esta información nos puede llevar a establecer, como conclusión
apriorística, que el hecho de que un sistema no aluda a la noción de
inductores de costes se debe a que muchas de las empresas analizadas han
manifestado que se encontraban implantando el sistema o incluso acababan de
concluir su implantación, por lo tanto, la perspectiva o vertiente se centraba
fundamentalmente en el cálculo de los costes, cuando entendemos que esta noción
relacionada con inductores de recursos constituye un marco de actuación dentro
de la metodología del ABM. Asimismo, el hecho de que se hayan identificado
relativamente pocos inductores de costes responde a un análisis que se ha
acometido en torno a las actividades, encuadrándolas en el marco de los
procesos, con el fin de llegar a establecer o determinar cuáles son las
capacidades de racionalización o de reducción de costes que tienen la empresa,
aspecto éste que constituye, sin duda, uno de los objetivos fundamentales de
esta metodología; este enfoque requiere que se establezca un análisis
selectivo de aquellas actividades que se entiende son esenciales en el logro de
los objetivos, o en aquellas que comportan un coste económico muy elevado para
la empresa.
En
relación con lo que afecta a la estructura informativa del sistema ABC desde el
punto de vista del cálculo de costes, cabe destacar que con relación a la
procedencia de los datos de costes que utiliza la empresa, en el 44% de los
casos las empresas establecieron que tomaban los datos del sistema actual que
vienen utilizando las empresas, para integrarlo en el sistema ABC/ABM; en el 33%
de los casos destacaron que utilizaban un nuevo sistema para recoger los datos
procesados en el sistema; y en un 22%, aproximadamente, que recogían los datos
a partir del sistema actual, pero no se integraba directamente en el sistema de
cálculo de costes ABC/ABM.
En
cuanto a los problemas con los que se han enfrentado las empresas al asignar los
diferentes conceptos de costes a las actividades, destaca, en primer lugar, y
con un 40% de las respuestas, la complejidad asociada al reparto de cierto
costes conjuntos que, en cualquier caso no es algo privativo de la metodología
de costes ABC/ABM, sino que es una dificultad que supone en cualquier empresa la
gestión conjunta o común de ciertos conceptos de costes, desde un punto de
vista básicamente de economicidad. En segundo lugar, con un 30%, manifestaron
encontrar una cierta dificultad para imputar los costes de los recursos a las
actividades; en tercer lugar, con un 20% de las respuestas, se sitúan aquellas
empresas que han identificado como problema fundamental la inexistencia de un
inductor de recursos que posibilite o que permita la localización de los costes
en las diferentes actividades; y un 10% de las empresas manifiestan que la
asignación de los costes a las actividades no les ha supuesto ningún tipo de
problema destacable.
En
relación con los objetivos de costes en torno a los que se ha estructurado la
información del sistema ABC/ABM, en el Gráfico 8 aparece representado el
conjunto de resultados aportados por las empresas analizadas; a este respecto,
puede mencionarse que destaca, en primer lugar, con un 46,15% de las respuestas,
que el objetivo principal era la valoración o medición del coste de los
productos o las prestaciones de los servicios; en segundo lugar, con un 23% de
las respuestas, el objetivo es conocer el coste de las actividades, es decir, no
pretenden, en estos casos, ir más allá de la cuantificación económica de lo
que deben destinar las empresas al acometimiento de tales actividades; en un 15%
de los casos se manifiesta que el objetivo de coste es el cliente, mientras que
un 10% se entiende que son los procesos el objetivo fundamental de la metodología
de costes basados en las actividades, y en último lugar se situarían la medición
o la valoración del coste de los proyectos como un objetivo esencial a
perseguir con esta metodología de cálculo de costes.
Respecto
a la procedencia de los datos tomados en consideración a la hora de establecer
el cálculo de los costes, en el 75% de los casos las empresas manifestaron que
utilizan datos reales, mientras que en un 25% utilizan datos estándares o
previsiones relacionadas con los diferentes factores.
Por
último, y en relación con la tipología de costes integrados en el proceso de
cálculo de costes de las actividades, conviene mencionar que un 25% de los
casos se señaló que los costes que imputaban en su mayoría estaban
relacionados con la totalidad de los costes indirectos de producción o de
contratación de prestación de servicios; le sigue en importancia, con un 17%,
la imputación de algunos costes indirectos de producción; a continuación se
sitúan, con un 12% de las respuestas, las empresas que han imputado todos los
costes directos de producción y/o en su caso todos los gastos de venta. En
lugares sensiblemente menos destacados se situarían las alternativas de imputar
solamente ciertos costes directos, o ciertos gastos de venta, o ciertos gastos
generales y de administración, etc. Estos resultados pueden observarse en el Gráfico
9, en el que aparecen recogidas con detalle las respuestas aportadas por las
empresas a ese respecto.
Por
lo tanto, si hiciéramos una síntesis de las características mostradas por las
empresas tipo analizas en el presente estudio, cabría destacar que las
empresas, al identificar las actividades, han entendido conveniente mantener su
estructura organizativa centrada en los centros de responsabilidad como punto de
partida, y la segmentación de las actividades ha sido relativamente amplia; en
general, han llevado a cabo centros de reagrupamiento de los costes en
macroactividades, lo cual ha facilitado la identificación de unas unidades de
actividad bastante concretas. El objetivo principal que se ha perseguido con la
implantación de un sistema de costes de estas características ha sido
fundamentalmente calcular el costes del producto, para la asignación de los
costes se han utilizado datos reales y se han tomado en consideración,
fundamentalmente, los costes indirectos de producción.
6. Puesta en marcha y consecuencias del ABC/ABM.
En
relación con las cuestiones relacionadas con la implantación, o más
concretamente, con las consecuencias derivadas de la implantación de un sistema
ABC cabría destacar que, de entre las razones que impulsaron a las empresas a
implantar una metodología de estas características, se argumenta como primera
razón fundamental (aglutina el 27% de las respuestas) que se debió a la mejora
de la relevancia de la información de costes de los productos y de los
servicios prestados; en segundo lugar, con un 20%, se sitúan, por una parte,
las diferencias entre los productos y las prestaciones que no se reflejaban de
manera adecuada en los costes calculados con el sistema utilizado hasta ese
momento, y por otro lado la necesidad de revisar la política de precios en
virtud de la mayor competencia existente en la variable precio; en tercer lugar
se situaría, con un porcentaje de respuestas del 16%, la necesidad de reducir
costes, y en cuarto lugar, la creciente importancia de las actividades
generadoras de costes indirectos. (Véase a tal efecto el Gráfico 10).
En
cuanto a los problemas que han aparecido, desde el punto de vista de la empresa,
como consecuencia de la utilización del sistema ABC, destaca con un 33% de las
respuestas que la mayor dificultad con la que se han enfrentado es la necesidad
de poner al día continuamente el sistema ABC/ABM, que exige demasiado tiempo y
esfuerzo; en segundo lugar, han manifestado en un 25% de los casos que las
dificultades proceden de que los empleados se han encontrado con dificultades
para comprender el sistema ABC/ABM, así como los resultados que emanaban de
este sistema; en tercer lugar, con un 17% de las respuestas, se ha mencionado
que la obtención de los datos es demasiado complicada, y ha relegado a puestos
menos destacados la dificultad que entraña el tener que seleccionar las
actividades, sobre todo cuando se produce un cambio en la actuación de la
empresa, o incluso que el sistema no satisface adecuadamente las necesidades
informativas de la dirección general.
Por
último, en relación con la eficacia que ha supuesto para la empresa la
implantación del sistema ABC/ABM desde el punto de vista de los objetivos
pretendidos por la misma, se les propuso un total de 19 alternativas y se les
requirió que le otorgaran una puntuación, comprendida entre 1 y 5 (donde 1 tenía
la consideración de ser muy eficaz la
alternativa concreta, y 5 era muy ineficaz). Vamos a destacar los datos más
sobresalientes que han aportado a este respecto las empresas, si bien se puede
observar en el Gráfico 11 la puntuación media otorgada a cada alternativa
apuntada. Destaca, en primer lugar que entienden que es muy eficaz,
concretamente con una puntuación de 1,83, las Decisiones de gestión tomadas
por la empresa en base a este sistema de información; en segundo lugar, es
considerada muy eficaz la información aportada por este sistema desde el punto
de vista de la Reducción de costes; en este caso, la puntuación promedio es de
1,86. En tercer lugar, se sitúa el apoyo que presta este sistema para la adopción
de Decisiones estratégicas, así como para el establecimiento de los Precios de
los productos o de los servicios; en cuarto lugar, es destacable el apoyo que
presta desde el punto de vista de la determinación del coste objetivo.
Por
contrapartida, destaca que el sistema se entiende que es muy ineficaz y, por lo
tanto, en gran medida, no ha sido útil para objetivos tales como los
siguientes: la Gestión de los costes estándares, el Análisis de la cadena de
valor, el Análisis del margen sobre costes variables, el Análisis del
posicionamiento estratégico, la Gestión de tesorería, o la Reducción del número
de departamentos. Entre estos dos extremos se situarían otro tipo de objetivos
como pueden ser: la Elaboración de estados financieros, la Gestión
presupuestaria, el Análisis de rentabilidad del cliente, Análisis del valor
aportado a los clientes, Análisis de inductores de costes o el Análisis de
desviaciones, alternativas éstas a las que se les otorga una discreta puntuación,
desde el punto de vista de su eficacia.
Finalmente,
y en resumen, no queda sino señalar la diversidad de características que según
el estudio aquí descrito presentan las empresas españolas en cuanto a
objetivos, diseño e implementación del sistema ABC/ABM, si bien existen
diversos patrones mayoritariamente comunes, que se han puesto de manifiesto a lo
largo del trabajo, en el cual se ha podido evidenciar, por otra parte, la
diversidad de los tipos de empresa, en cuanto a actividad, tamaño y estructura
organizativa, en los que se puede implantar en la práctica -y así se ha
evidenciado en este trabajo- el Sistema de Gestión y de costes basado en las
actividades.
|
Doctora
en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Valencia.
Profesora Titular de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad
de Alcalá. Ha publicado varios libros y numerosos artículos sobre temas
relacionados con la Contabilidad de Costes y el Control de Gestión. Ha
presentado diversas ponencias y comunicaciones en congresos tanto
nacionales como internacionales. Ha dirigido varias Tesis Doctorales sobre
temas relacionados con Contabilidad de Gestión. Ha desarrollado diversos
trabajos de investigación, tanto en colaboración con otras
universidades, como con entidades del sector público y empresas. Es
Miembro de la Junta Permanente de la Comisión de Contabilidad de Gestión
de AECA de la que ha sido ponente de los Documentos número 4, 7, 18 y 23.
Desde hace tiempo desarrolla su investigación centrada en las líneas
“Sistemas de gestión y de costes basados en las actividades” y
“Gestión estratégica de costes”. |
|
Catedrático
de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad Autónoma de
Madrid. Director de la Revista Encuentros Multidisciplinares, y de
la Revista Iberoamericana de Contabilidad de Gestión. Autor de
trece libros, entre los que se pueden citar: “El sistema de gestión y
de costes basado en las actividades”, “Una modelización macrocontable
de la energía”, “La empresa y su entorno económico en la
Perestroika”, “La dimensión integral de la empresa”. Autor
de numerosos artículos publicados en revistas tanto nacionales como
internacionales. Premio 1979 del Instituto de Planificación contable al
mejor artículo publicado. Es Director del Master en Auditoría contable,
económica y financiera de la UAM. Es desde 1988, Presidente de la Comisión
de Contabilidad de Gestión de AECA, la cual ha publicado hasta el momento
un total de 27 Documentos de investigación y normalización sobre
principios de Contabilidad de gestión. |