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V. ARTÍCULOS DIVERSOS SOBRE CONTABILIDAD DE GESTIÓN

Indice

 

 

 

COMO   REDUCIR  COSTES  FINANCIEROS  CON OPERACIONES  SOBRE  TIPOS  DE  INTERES

 

Juan Antonio Izaguirre Ventosa

(Diario Cinco Días: 22 de Junio de 1995)

 

 

       En los últimos quince años han ido apareciendo en los mercados financieros una serie de instrumentos o productos, que han tratado de adaptarse a las crecientes necesidades de las distintas empresas que acuden a ellos en oferta o demanda de financia­ción. Este fenómeno ha recibido el calificativo de innovación financiera, y en su proyección sobre productos o servicios concretos se le conoce como Nuevos Productos Financieros o Derivados Financie­ros. En muchos casos, una adecuada actuación en relación con estos productos financieros puede determinar importantes ventajas competitivas para las empresas mediante la optimiza­ción de sus costes financieros y, por tanto, de su nivel de rentabilidad en esta importante parcela de la actividad.

 

       Vamos a tratar de hacer una breve descripción de los más importantes exponentes de esta innovación, entre cuyas causas de aparición podemos citar, las siguientes: a) Volatilidad de los tipos de interés y de cambio. b) Incidencia de la inflación. c) Mayores relaciones a nivel internacional. d) Regulaciones específicas más precisas, etc.

 

       Todo ello, unido a un deseo de diversificación de las fuentes financieras por parte de las empresas, así como de una reducción de sus costes financieros, ha originado las citadas ofertas de financiación a través de los Nuevos Productos Financieros.

 

       Con estos Derivados Financieros, las empresas tratan de hacer básicamente dos tipos de operaciones: unas de cobertura, con las que se trata de cubrir un riesgo de pérdida generado o a generar por otra operación, y otras especulativas, con las que se trata, a través de posiciones abiertas, de obtener beneficios. También se puede operar con arbitraje, obteniendo beneficios de los diferentes precios dados por los mercados.

 

       Los Derivados Financieros pueden ser contratados en mercados financieros organiza­dos, también llamados genuinos, y que básicamente son mercados regulados, o pueden ser contratados en mercados financieros no organizados, también llamados no genuinos u O.T.C. (Over The Counter), que al ser mercados no regulados, ofrecen una gran flexibili­dad para la búsqueda del instrumento deseado por cada empresa, siendo a éstos últimos a los que nos referiremos a continuación.

 

      Mercados O.T.C.

 

      Estos mercados son de libre acceso y a ellos concurren, básicamente las grandes institucio­nes financieras, que asumen el riesgo de contrapartida. Estos mercados han ido desarrollan­do mecanismos de autorregulación, así como instrumentaciones y liquidaciones lo más simples y estandarizadas posibles.

 

       Los tipos de contratos negociados en estos mercados son básicamente:

 

            -  FORWARD/FORWARD. Con este contrato se trata de asegurar un cambio prefijado en una divisa contra otra en una fecha futura, mediante un diseño a medida.

            -  FRAS. Son compromisos entre dos partes sobre el tipo de interés de un depósito teórico o nocional a un plazo, y por un importe determinado, a constituirse a partir de una fecha estipulada en el contrato, liquidándose por diferencias entre los tipos de interés sobre los importes determinados.

            -  SWAPS. Es una permuta de flujos de caja con diferentes tasas de rendimiento entre las partes contratantes. Pueden ser: a) de intereses, con lo que se intercambian flujos de intereses (por lo general, intereses variables contra intereses fijos); b) de principal, con lo que se intercambian flujos de principal en distintas divisas; c) también pueden ser de intereses y de principal.

            -  OPCIONES. Son compromisos condicionales, que pueden estar referidos a tipos de interés, cotizaciones o precios de mercados.

 

       Con los tres primeros contratos mencionados anteriormente, y suponiendo que se realizan para ofrecer cobertura a la empresa, las partes contratantes deben asumir sus compromisos acordados, transfiriéndose el riesgo de pérdida y también las posibles de ganancia. Es decir, una vez que la empresa ha decidido cubrir su riesgo mediante uno de los tres primeros contratos, aparece un coste de oportunidad si la evolución de las referencias hace que la posición más rentable sea no haberse cubierto con el instrumento utilizado. Este coste de oportunidad en la mayoría de los casos es fácil de determinar, en la medida que se liquidan por diferencias y se corresponde con el importe de la liquidación neta a abonar por la empresa. Supongamos que la empresa compra un FRA de intereses al 13% y al vencimien­to del FRA los tipos de interés se sitúan al 11%, la empresa deberá pagar al vendedor del FRA, el importe de la liquidación del mismo, siendo en este caso mejor no haberse cubierto, ya que el coste de oportunidad equivale al importe pagado al vencimiento del FRA.

 

       Por el inconveniente expuesto anteriormente, es por lo que surgen las Opciones, que son instrumentos que suponen compromisos condicionales.

 

       Opciones sobre tipos de interés

 

       Aunque existan características comunes para estos instrumentos, podemos encontrar notas muy diferenciadoras.

 

       Una opción sobre tipos de interés, da derecho a su poseedor a invertir (tomar prestado) a un determinado tipo de interés (tipo o precio de ejercicio) en una fecha (o durante un período) fijada de antemano (fecha de vencimiento) para un plazo predetermina­do.

 

       Como el vendedor está obligado a hacer de contrapartida siempre que el comprador ejerza la opción, es por lo que éste debe pagar un precio (prima) que compense al vendedor por el riesgo asumido.

 

       Se puede distinguir entre opciones europeas y americanas; en las primeras, la opción se puede ejercitar sólo en una única fecha, mientras que las segundas permiten el ejercicio en cualquier momento desde la fecha de su adquisición (a veces posterior) y hasta su vencimiento.

 

       Atendiendo al derecho que incorporan, puede hablarse de dos tipos de opciones: compra (call) y venta (put). En las opciones sobre tipo de interés, dependiendo de la naturaleza del activo subyacente, la cobertura conseguida con un call o con un put puede responder de forma diferente, dado que:

 

       - Si el activo subyacente es un activo a tipo fijo, la compra de un put nos protegerá de una subida de los tipos de interés y la compra de un call nos protegerá de un descenso de los tipos de interés.

       - Por el contrario, si el subyacente es un pasivo a tipo fijo, las coberturas actuarán de forma inversa a lo anteriormente comentado, ya que la compra de un put nos protegerá de un descenso de los tipos de interés y la compra de un call nos protegerá de una subida de los tipos de interés.

 

       Este tipo de opciones se pueden contratar en mercados bursátiles y en interbancarios, consiguiendo con estos últimos una calidad de cobertura a medida, tanto por importes, como por vencimiento, si bien el riesgo de contrapartida lo asume el comprador, por lo que se hace aconsejable el operar con instituciones financieras de amplia experiencia y solvencia. Con los mercados bursátiles la cobertura es aproximada, los importes y vencimiento están estandarizados y el riesgo de contrapartida lo asume una cámara de compensación propia del mercado.

 

       Las diversas modalidades de opciones interbancarias sobre tipos de interés, presentan una gran variedad, dado los diferentes tipos de subyacentes, así como por las formas de ejercicio, pudiendo considerarse según modalidades:

 

       a) Opciones directas de tipos de interés.

       b) Opciones de tipo Fra.

       c) Caps y Floors.

       d) Collars.

       e) Swaptions.

 

       a) Opciones directas de tipos de interés

 

       El poseedor de la misma tiene derecho a endeudarse o a invertir en el futuro, a un tipo de interés predeterminado y durante un período fijado.

 

       b) Opciones tipo FRA

 

       El compromiso asumido entre las partes, permite liquidar por diferencias a favor de quien resulte, la diferencia entre el tipo de interés de ejercicio y el tipo de interés del mercado.

 

       c) CAPS y FLOORS

 

       La traducción de ambos términos es la de techos para el caso de caps y la de suelos para floors.

 

       A este tipo de opción llega la empresa cuando quiere asegurarse a largo plazo un tipo de interés a priori variable.

 

       Un CAP es una opción firmada con una institución financiera, que posibilita al comprador fijar el coste máximo (de ahí su nombre) de una deuda emitida a tipo variable, de forma tal que si los tipos de interés suben, la deuda emitida por la empresa nunca le costará por encima del tipo máximo fijado en el CAP, siendo la institución financiera vendedora la que deberá complementar al tenedor de la deuda emitida por la empresa, de la diferencia existente entre el tipo de mercado y el CAP.

 

       Para el comprador del CAP, éste es como una póliza de seguros a largo plazo que le protege al alza de los tipos de interés de sus pasivos emitidos a tipo variable.

 

       Un FLOOR es la operación simétrica al CAP, también se firma con una institución financiera, que posibilita al comprador fijar una rentabilidad mínima (de ahí su nombre) de un activo tomado a tipo variable, de forma tal que si los tipos de interés bajan, el activo tomado por la empresa siempre le generará como mínimo el tipo mínimo fijado por el FLOOR, siendo la institución financiera vendedora la que deberá complementar a la empresa tenedora del activo a tipo variable, de la diferencia existente entre el tipo del FLOOR y el de mercado a pagar por el emisor del título.

 

       Para el comprador del FLOOR, también le supone ser una póliza de seguros a largo plazo que le protege de la bajada de los tipos de interés de sus activos a tipo variable.

 

       Cuando las expectativas de tipos de interés son alcistas la demanda se dirige hacia la compra de CAPS, por los emisores de deuda a tipo variable, por el contrario si la expectativa de tipos de interés son descendentes la demanda se dirigirá hacia la compra de FLOOR, por los tenedores de deuda a tipo variable.

 

       d) COLLARS

 

       Son también conocidos como opciones túnel en tipos de interés. La razón de su contratación es que permiten reducir el coste de cobertura a cambio de ceder parte del potencial de ganancias a favor del vendedor de la cobertura.

 

       Podemos distinguir dos tipos de collars: 1) collar prestatario o tomador de fondos que supone simultáneamente la compra de un cap y la venta de un floor con la misma contrapar­te, siendo el tipo de interés del floor inferior al del cap; 2) collar prestamista, que supone simultáneamente la venta de un cap y la compra de un floor, con la misma contraparte, siendo también el tipo de floor inferior al del cap.

 

       Se puede conseguir inclu­sive que el collar resul­te de prima nula mediante el siguiente proce­so induc­tivo.

 

 

 

 

       e) SWAPTIONS

 

       Mediante este contrato, el comprador adquiere el derecho, pero no la obligación, de entrar en un fecha en un swap de intereses de características predeterminadas. La contra­partida del swap la debe realizar el vendedor si la opción es ejercida. Podemos distinguir entre swaptions de pagador fijo, el comprador quiere tener la opción sobre tipo fijo y swaption de pagador variable, la opción la tiene sobre tipo variable.

 

       Estos instrumentos hacen coberturas similares a los caps y floors pero de peor calidad ya que una vez ejercitados no se considera las posibles evoluciones futuras de los tipos de interés.

 

       Conclusión

 

       La gestión de tesorería de una empresa debe tender a reducir los riesgos expuestos anteriormente, ya que el factor tiempo puede originar importantes costes y pérdidas en su cuenta de resul­tados como consecuencia de las variaciones de los tipos de interés, cotizacio­nes, precios, etc, por lo cual se hace aconsejable el que se utilicen una serie de instru­mentos que, aunque supongan un cierto coste -como cualquier seguro que cubre una serie de riesgos-, permitan linealizar y minimizar los costes globales, tanto reales como de oportuni­dad. En todo caso, dicho coste, al ser cierto, será fácilmen­te repercutible en sus productos finales o servicios, y podrá evitar así compo­nentes erráticos no deseados en la cuenta de resultados.

 

       No obstante, también el enfoque que cabe dar a la operativa expuesta es la especula­tiva, pero en cualquier caso la empresa deberá establecer claramente aquellas máximas cotas de asunción de riesgo que puedan evitar situaciones realmente irreversibles.