España

V. ARTÍCULOS DIVERSOS SOBRE CONTABILIDAD DE GESTIÓN

Indice

 

 

PRACTICAS  ACTUALES  DE  LAS  EMPRESAS  ESPAÑOLAS  EN  CONTABILIDAD  DE  GESTION  

 

Vicente Ripoll Feliu

(Diario Cinco Días: 11 de Julio de 1995)

 

 

     Recientemente se ha llevado a cabo un estudio fundamentalmente dirigido a lograr un conoci­miento razonable de las prácticas actuales de la empresa española en materia de Contabili­dad de Gestión. El estudio, realizado a escala nacional, ha sido promovido y patrocinado por AECA, y lo hemos realizado un equipo de profesores de la Universidad de Valencia, dirigido por el catedrático Vicente Montesinos. A continuación se presentan las conclusiones y datos más significativos del citado estudio.

 

     Del total de respuestas válidas obtenidas (96) en la encuesta realizada, un 67% corresponde a empresas grandes, en torno a un 20% son pequeñas, y un 13% de empre­sas son de tamaño medio.

 

Figura 1

tAMAÑO DE LAS EMPRESAS ENCUESTADAS

(%)

 

 

     En primer lugar, entre los objetivos perseguidos por la empresa española a la hora de calcular sus costes, destacan los siguientes: a) Información para la toma de decisiones: 71%; b) Cálculo de costes y resultados: 68%; c) Información para el control: 60%; d) Informa­ción para la planifica­ción: 57% y e) Elabora­ción de las cuentas anuales: 44%.

 

     Por otra parte, un 20% de las empresas llevan su contabilidad de costes utilizando registros contables por partida doble, integrando en un 49% de los casos los datos de la contabilidad de costes en la Contabilidad Financiera, y un 44% utilizan el Grupo 9 del anterior Plan General de Contabilidad.

 

     Al acumular los costes en los centros de costes o departamentos, las empresas persiguen en su gran mayoría los objetivos de imputar los costes al producto o servicio (en un 72% de los casos), y en el 59% de las empresas consultadas, se busca conocer los costes de los centros principales y auxiliares.

 

     A efectos del cálculo de costes, las cuotas de amortización se calculan sobre el precio de adquisición de los activos en un 87% de los casos, frente al 13% de las empresas que lo hacen sobre los precios de reposición.

 

     En lo referente a la amortización del inmovilizado inmaterial, en el 45% de las respuestas se afirma que se incluyen las cuotas de amortización correspondientes a estos activos en el coste del producto. Los conceptos que se consideran y las frecuencias relativas son para algunas partidas los siguientes: Aplicaciones informáticas, 64%; Gastos de investigación y desarrollo, 53%; Derechos sobre bienes en régimen de arrendamiento financiero, 41% y Propiedad industrial, 19%.

 

     El 97% de las empresas calcula el coste de sus productos o servicios.  Un 78% tienen un departamento dedicado al cálculo de costes, que en un 56% de los casos depende de la sección de contabilidad, situándose como responsables del cálculo de costes los Licenciados en Ciencias Empresariales, con un 46%, y los Licenciados en Ciencias Económicas, con un 24%.

 

     Las empresas encuestadas efectúan el cálculo de costes y resultados de acuerdo con la periodicidad siguiente: Anualmente, el 30%; semestralmente, el 3%; trimestralmente, el 9% y mensualmente, el 54%.

 

     En cuanto al modelo de cálculo de costes utilizado, en el cuadro adjunto se presentan las opciones utilizadas y sus porcentajes.

 

     Un 15% manifiesta aplicar un sistema de costes basado en las actividades.

 

     En torno al 35% de las empresas utilizan costes reales o históricos. Aproximadamente una cuarta parte del total de las empresas trabaja con costes predeterminados o estándares; otra cuarta parte, con modelos de costes normalizados (costes reales para materiales y mano de obra y tasas preestablecidas para los costes indirectos de produc­ción), y algo más del 10% dicen emplear modelos de costes con unidades físicas reales y tasas preesta­bleci­das.

 

 

    MODELOS  UTILIZADOS  PARA  EL  CALCULO  DE  COSTES

 

  Modelos de calculo de cos­tes

                        Elementos que lo integran

I.   Coste comple­to (52%)

 

I.a)    Total (47%)                   

Costes totales de materiales + mano de obra + costes indirectos de produc­ción + costes comer­cia­les + costes de admi­nistra­ción.

I.b)    Industrial (37%)

Suma de costes totales de materiales, mano de obra, y costes indirectos de produc­ción.

II.    Coste variable (33%)

 

II.a) Opción 1 (66%)

Incorporan los costes variables de pro­duc­ción más los costes fijos directos de cada producto o servi­cio.         

II.b) Opción 2 (17%)

Incorporan sólo los costes variables de pro­duc­ción.      

II.c) Opción 3 (17%)

Incorporan todos los costes variables de la empre­sa.     

 

 

     La distribución de los costes indirectos se lleva a cabo en el 65% de los casos mediante su asignación previa a los centros de costes, frente a un 35% de las empresas que optan por

imputarlos directamente a los productos o servicios.

 

     Como claves de reparto se citan las siguientes: Coste de la mano de obra, 51%; Superficie, 38%; Número de operarios, 34%; Potencia instalada, 22%; Inversión, 10%.

 

     Un 56% de las empresas tienen establecidas unidades de obra o unidades de actividad en los centros de producción, con dos objetivos fundamentales: en primer lugar,        controlar la actividad y el rendimiento del centro (en el 76% de los casos) y en segundo lugar (en un 60% de los casos), imputar los costes indirectos a los productos o servicios.

 

     Las unidades de obra utilizadas por el 82% de las empresas son las unidades de factor utilizado por el centro (horas hombre, horas máquina, otras unidades físicas, etc.); a gran distancia (un 29%), aparecen las unidades de producto obtenidas por el centro.

 

     En un 57% de los casos, no utilizan una tasa predeterminada de costes indirectos de producción. En los casos en que sí lo hacen, el 94% la calculan anualmente, el 3% lo hacen mensualmente, y el resto aplica una periodicidad distinta.

 

     Las diferencias derivadas de la comparación de los costes indirectos de producción reales y los aplicados a través de una tasa predeterminada se prorratean, en un 53% de los casos, entre el coste de la producción vendida y las existencias finales (de productos terminados y de productos en curso). Un 33% de las empresas optan por incorporar estas diferencias únicamente al coste de la producción vendida.

 

     Un 56% de las empresas manifiestan utilizar un sistema de costes estándares. Para los tres parámetros dimensionales considerados, a la hora de establecer el tamaño de una empresa son las grandes empresas las que en mayor proporción utilizan costes estándares (entre un 65% y un 72%). En segundo lugar, aparecen las medianas (entre el 50% y el 43%), salvo si se considera el volumen de activos como criterio de tamaño, en cuyo caso utilizan estándares un mayor porcentaje de pequeñas que de medianas empresas.

 

     Para el establecimiento de sus costes estándares el 18% de las empresas lo hacen siguiendo el criterio de fijarlos a partir de los datos históricos; el 35% los fijan a partir de estudios técnicos, y el 47% restante lo hace combinando ambos criterios.

 

     Los objetivos perseguidos con la implantación de un sistema de costes estándares, son los siguientes: a) Analizar las desviaciones, de forma que se puedan localizar las causas y exigir responsabilidades, 76%; b) Elaboración de presupuestos, 65%; c) Estimar los márgenes y resultados del ejercicio, 56% y d) Calcular los costes de los productos y servicios de una forma rápida, 50%.

 

     La revisión de los estándares suele tener lugar, en el 56% de las empresas, sistemática­mente cada año.  El 31% manifiestan no obstante que esta revisión tiene lugar cuando cambian las circunstancias, y el 13% efectúan esta revisión con otros criterios.

 

     Lo más frecuente es que los informes sobre costes estándares se discutan con los directivos responsables (en un 66% de las empresas); en un 27% de los casos esta discusión tiene lugar con los directivos intermedios, y en un 40% la discusión tiene lugar con todos los directivos en un Comité.

 

     Los informes periódicos básicos del 88% de las empresas con un sistema de costes estándares incluyen análisis de desviaciones, y del resto de las empresas, que son aquéllas que no lo hacen, las tres cuartas partes informan al menos una vez al año sobre este análisis.

 

     En cuanto a la periodicidad con la que suelen preparar informes sobre desviaciones, lo normal es cada mes (80%); con periodicidad trimestral lo suele hacer un 10% de las empresas.

 

     El umbral de la rentabilidad o punto muerto lo calculan el 62% de las empresas encuestadas, de las que cerca de las tres cuartas partes (el 73%) lo hacen a priori.

 

     En el 83% de los casos se tiene establecido un control de calidad sobre los materiales comprados y sobre los productos fabricados.

 

     En un 61% de los casos, las empresas manifiestan disponer de un departamento de I+D, tendente a idear nuevos productos o a mejorar la calidad, costes y presentación de los actuales productos; en un 4% de los casos se subcontratan estos servicios, y en el resto de las ocasiones (34%) las respuestas son negativas.

 

     Respecto a cuáles son las tendencias actuales de investigación en Contabilidad de Gestión, las líneas de investigación sobre las que se está trabajando en los momentos actuales en nuestro país son, en primer término, las nuevas tendencias en contabilidad de gestión (22%), seguida de contabilidad de gestión aplicada y sectorial (17%), temas emergentes o de especial actualidad en la disciplina (13%), información de costes para planificación y control (8%), y otras cuestiones, que no superan el 7% de las respuestas.

 

     En resumen, en el estudio se evidencia que hay actualmente en las empresas una preocupación por todo lo que supone innovación en materia de informa­ción y control de la gestión empresarial (nuevas tendencias y temas emergentes), junto con un interés por lograr una adecuada aplicación práctica de estas nuevas herramien­tas.